
En otra circunstancia no le habría dado mayor importancia, pero en el fondo de su alma el terror comenzó a tomar forma. ¿Y si no se trataba de un movimiento involuntario de su cuerpo? ¿y si realmente una criatura invisible le había cogido los pies con sus manitas y los había trasladado de lugar? Es más… ¿y si no eran manitas? ¿Y si eran horribles garras?…El corazón le dio un vuelco. Eso solo podía significar una cosa...
Quedó paralizada e intentando mantener la compostura y con disimulo observó a todo el mundo. No encontraba en nadie la expresión que le confirmaría que aquello que tanto temía estaba pasando. Había demasiada gente en aquel bar como para que ninguno de ellos tuviese un corazón negro y pútrido, era simple estadística. Todo el mundo sabe que la gente de mal corazón es capaz de ver al horrible, al pecaminoso, al paria, al popularmente conocido como el cuelga cabezas. Alguien capaz de mofarse de quien sea sin tener en cuenta las consecuencias. Juntó sus manos y rezó.
-Dios, haz que no este aquí, haz que no se mofe de mi culo, haz que nunca haya existido y solo sea parte del imaginario popular.- ¿Pero por qué engañarse? Todos en el fondo sabemos que existe. ¿A que oídos no ha llegado el relato de cómo degolló con sus dientes un inocente cerdo y tras decapitarlo colocó su cercenada cabeza en la puerta del dormitorio de un niño pequeñito ocasionando vómitos y brotes de esquizofrenia en todos aquellos que pasaron por allí? Pero mejor no pensar. -Si cierro los ojos y no creo en él, no podrá hacerme daño.-
Y así haciendo uso de todo su valor se levantó y arrastró su culo hasta la puerta, abandonó el bar y volvió a su casa. Mientras, los ojos del Demonio Matacerdos la observaban. Sentado en el taburete que estaba junto al asiento que había ocupado ella hacia unos segundos sonreía y frotaba sus ponzoñosas garras.
Orugasordomuda
2 comentarios:
El relato esta muy bien echo, pero te sobreactúas, en esa mesa también estaba sentado yo y la verdad que estuviste bastante coñon, no era el momento ni el lugar, no fue ni elegante ni divertido (bueno, en realidad fue divertido para ti...¿de eso se trataba, no, de reírte tu?) no te sepa mal este comentario, cuando te vea ya lo hablaremos, pero recuerda, que en esa mesa, ya te di muestras de lo poco que me gusto esa acción, (no estaría mal que respiraras hondo y miraras a tu alrededor de vez en cuando, si pierdes el mundo de vista acabaras si ver los puntos de referencia y no sabrás donde vas)
Un blog de cine no te hace periodista, aunque gracias por la crítica que has hecho basándote en tu experiencia como tal. Tratándose de alguien que se ríe de cualquiera con comentarios soeces y fuera de lugar es curioso que te molestase tanto la actuación de esa noche.
Un besito en el ano.
Orugasordomuda
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